lunes, 17 de agosto de 2009







28 de NoviembreDía mundial contra la violencia de género
18 años, 20, 15, 43, 70, 29, 63, 25, 32….
Rocío, Vanesa, Rosario, Catarina, Lourdes, María, Khadija, Mercedes, Idioia, María Elena, Benita, Pamela, Julia, Emma, Dionisia, Carmen, Susana, Ana, Isaura…..
Los nombres se suman, las edades difieren pero las historias tienen un final común: la muerte.
En España en lo que va del año han muerto 60 mujeres a manos de sus parejas o ex parejas, la misma cifra que en todo el año 2005.
Entre el año 1999 y 2003 el flagelo asesinó a 246*1 mujeres y en el 2004 la cuenta no se detuvo hasta llegar a las 72.
Por edades, 26 de las víctimas del 2006 tenían entre 31 y 40 años; trece entre 21 y 30; siete entre 41 y 50, ocho tenían más de 64 años, cuatro estaban entre los 51 y 64 y dos entre los 18 y 20 años.
Los números provocan escalofríos cuando además se informa que en España, en los 21 Juzgados creados para la atención exclusiva de la Violencia contra la Mujer (JVN) y en los 417 con competencias compartidas se han registrado durante el primer año de funcionamiento de la Ley sobre violencia de género (29 junio 2005-30 junio 2006) 148.448 asuntos penales relacionados.
La macabra historia de la violencia doméstica no es particularidad española, ni rumana, ni alemana, ni marroquí. No lo es ni uruguaya, ni boliviana, ni peruana, ni americana.
Es la historia del mundo.
Habla de mujeres que han muerto apuñaladas, baleadas, quemadas vivas, atropelladas, descuartizadas, lanzadas al vacío y que en muchos casos se llevaron a su tumba el silencio de años de agresiones físicas y psíquicas.
Una de cada cuatro mujeres mexicanas sufre violencia doméstica, una de cada cuatro fue violada o ha sufrido un intento de violación, una de cada cuatro es acosada sexualmente en el trabajo.
En Guatemala sólo se han pronunciado 20 sentencias en 2.796 asesinatos de mujeres.
Este año la violencia doméstica segó la vida de 40 mujeres en Chile, un país donde las estadísticas oficiales dicen que siete de cada 10 ha denunciado ser víctimas de violencia intrafamiliar.
Expertos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) aseguraron que la violencia de género sigue siendo un problema de enorme magnitud en los países de la región. En el 2005, un 39 por ciento de las mujeres encuestadas en Colombia declararon haber experimentado violencia física y un 12 por ciento dijeron haber sufrido violencia sexual.
Un año antes, en el 2004, en Perú el 42 por ciento de las mujeres aseguraron ser víctimas de violencia física y el 10 por ciento de violencia sexual, mientras que en Ecuador las cifras reportadas fueron del 39 y 12 por ciento.
En Francia por violencia conyugal muere una mujer cada tres días, desde el primero de enero han perdido la vida 90 y, aunque siempre son más las mujeres que la sufren también los hombres mueren por esta causa; uno cada catorce días en el país galo.
En Suecia un promedio de 25 mujeres al año son asesinadas por sus parejas y en Alemania 300 pierden la vida cada año, tres cada cuatro días y una cada tres días en Inglaterra, una cifra ésta algo superior a la de una cada cuatro días de España.
Los últimos estudios realizados en Suiza, Finlandia y Alemania indican que entre el 30 y el 35 por ciento de las mujeres entre 16 y 67 años ha experimentado alguna vez violencia física o sexual.
Se estima que mil europeas morirán víctimas de la violencia doméstica.
El 23 por ciento de los checos ha sido partícipe de la violencia de género ya sea como víctima, agresor o testigo.
Más allá de las leyes y de tímidas tentativas de paliar la situación, en Uruguay al igual que en Argentina, Brasil, Costa Rica o la mayoría de los países del mundo –por no unificarlos en un todo- el sistema patriarcal sigue manteniendo a la violencia contra la mujer dentro de un mal entendido amparo social que trata de que no trascienda fuera del ámbito privado.
Se culpa a la mujer por no denunciar y se la culpa por abandonar al agresor; se la culpa por no aceptar las ‘ayudas’ que le ofrece el Estado pero no se le da protección adecuado cuando decide acogerse a ellas.
Las cuestiones políticas han llevado el problema al secretismo. Esto sucede en países como Bielorrusia donde las mujeres que sufren violencia doméstica suman millones que no denuncian porque en todo el país no existe ningún refugio para las víctimas. Las tres mil denunciantes del año pasado no tuvieron a donde ir para huir de sus agresores.
Eslovaquia, Eritrea, Emiratos Árabes, Gran Bretaña, Eslovenia, España, Uruguay o Estados Unidos, donde las estadísticas señalan que cada 15 minutos una mujer sufre violencia de género, tienen un grave problema en común y su solución no se avizora con claridad.
violencia machistaUn total de 2.073 mujeres en Canarias cuentan con medidas de protección por ser víctimas de violencia de género, según datos del Observatorio contra la Violencia Doméstica y del Género del Consejo General del Poder Judicial facilitados por el Instituto Canario de la Mujer.
En total en España se han solicitado 37.826 órdenes de protección de las que el 7,3 por ciento eran de Canarias, que se “sitúa como la quinta comunidad con más medidas” solicitadas, según el documento.
Asimismo, se desprende del informe que del total de solicitudes presentadas -2.780- fueron desestimadas 707, lo que supone un 74,57 por ciento de acuerdos con los tribunales para ordenar la protección de estas mujeres.
La directora del Instituto Canario de la Mujer, Isabel de Luis, manifestó sobre la situación de mayor o menor de mujeres amenazadas por sus parejas o exparejas que “no se puede consentir es que sean las mujeres las que vayan marcadas”. Pidió que fueran “ellos” los que lleven los dispositivos de vigilancia y las “marcas” que le señalen como “maltratador”.
Las cifras del observatorio revelaron, asimismo, que la Comunidad que más órdenes de protección ha solicitado es Andalucía con 6.083, de las que se acordaron 4.829. Madrid ocupa el segundo lugar con 5.934 solicitadas de las que se acordaron el 62,20%.
Cataluña se sitúa en el tercer lugar con 5.882 solicitudes de las que se rechazaron 2.222. En el cuarto lugar se sitúa Valencias con 4.860 peticiones de protección de las que se acordaron 4.074, lo que supone un 83,83% de las gestionadas



LA VIOLENCIA juvenil 2
Según la wikipedia violencia, es un comportamiento deliberado, que provoca, o puede provocar, daños físicos o psíquicos a otros seres, y se asocia, aunque no necesariamente, con la agresión, ya que también puede ser psíquica o emocional, a través de amenazas u ofensas.
Hay varios tipos de violencia pero las más importantes son:
- La violencia juvenil.
- La violencia de género.
- La violencia de racismo.
- La violencia política.
La violencia juvenil es la que se refiere a la violencia que sufren los jóvenes o los que las provocan esta violencia antes no era un de las mas oídas pero en los últimos tiempo por desgracia la tenemos que situar en la misma posición que la violencia de genero.
Dentro de la violencia juvenil podemos hablar de la violencia escolar, la bandas callejeras etc.
Esta violencia normalmente esta causada por los jóvenes, la causa de esto es que últimamente los jóvenes tiene una educación deficiente por parte de los padres, a causa que trabajan los dos y los hijos pasan la mayor parte del día solo en casa y estos aprovechan el tiempo para jugar a los videojuegos navegar en internet, con esto no quiero decir que jugar o navegar por internet sea malo sino que las tecnologías evolucionan en lo malo y lo bueno y como podemos observa últimamente los videojuegos son muy agresivos pues la mayoría de ellos tratan en luchas, guerras, vandalismo, etc. Esto lleva a que muchos jóvenes se metan mucho en el juego y piensen que la vida real es como la vida en los videojuegos.
El otro día, en televisión, trasmitieron un programa y en él contaban como un par de jóvenes habían ideado un juego que era igual que un videojuego y que consistía en matar a personas sin importancia antes de las 12 de la noche, para elegir sus victima estos jóvenes tiraban unos dados y según unas normal que habían ideado así era su victima. Su primera victima fue un hombre de mediana edad que estaba esperando un autobús después de terminar de trabajar para volver a casa entonces los dos jóvenes hicieron como si fueran a robarle pero en realidad lo único que querían era matarlo, entonces estos se llevaron al hombre a un descampado y allí lo mataron a navajos por todo el cuerpo, incluso llegaron a abrirlo completamente.
Pero la violencia juvenil no consiste solo en eso sino en la actualidad el numero de casos de acoso escolar ha aumentado, esto es que los propios compañeros se meten con otro primero normalmente los acosas psicológicamente y después incluso llegan a propinarle varias palizas.La ley en este caso no actúa como tal vez lo debería hacer y esto se debe a que los acusados son menores.
Y por ultimo dentro de la violencia juvenil vamos ha hablar de las bandas callejeras formadas por jóvenes. Estas bandas provocan daños el inmobiliario del pueblo o ciudad y a veces propinan palizas a enemigos e incluso llegan a enfrentarse con otras bandas.
Otro tipo de violencia muy importante es la violencia de género pues los casos de mujeres matadas por sus maridos, compañeros sentimentales o novios no bajan conforme van pasando los años. Muchos nos hacemos la pregunta ¿Por qué lo harán? Muchas personas piensan que este tipo de violencia se a producido porque el hombre siempre ha estado acostumbrado a ser superior a la mujer y a ser él el que manda sobre ella y esta tiene que hacer todo lo que le hombre quiera, por esto como las mujeres en los últimos años son muchos mas liberales pues trabajan fuera de casa, salen sin pedir permiso, vamos que intenta situarse al nivel del hombre, esto ha producido que hombres con mentalidades antiguas maten a sus mujeres a causa que ellos no las pueden nominar.
Yo pienso que este tipo de violencia también a aumentado por la moda que hay de ella, normalmente cuando vemos las noticias es raro el día que nos encontremos con una noticia relacionada de que una mujer a sido a asesinada a manos de su marido, etc. Pues mi opinión es que los hombres y mujeres en la actualidad tienen mucha menos paciencia a la horade vivir y en pareja y esto ocasiona que los maridos no vean otra solución para arreglar sus problemas y deciden matarlas.
Pero este tipo de violencia no solo, es referida al maltrato de la mujer sino que también hay casos que la mujer a llegado a matar a su marido, pero esto no muy común pues hay muy pocos casos de este tipo.
violencia juvenil
Durante el fin de semana se reportaron 48 homicidios en Caracas
Un estudiante adolescente fue asesinado a patadas en la avenida Principal de Las Mercedes luego de sostener una riña con un grupo de pandilleros cuando abandonaba junto a sus amigos una discoteca de la zona.
La víctima de 17 años, quien residía en la calle El Rosario de Minas de Baruta, había asistido al centro nocturno junto con unas primas y amigos del barrio. Sus parientes se marcharon más temprano y los hombres decidieron quedarse un rato más, pero cuando salían de la discoteca cruzaron la calle para buscar dinero en un cajero automático.
Anderson León, hermano del occiso, contó que el adolescente decidió quedarse frente a la discoteca y en ese momento llegó un auto de cuyo interior descendieron unos sujetos y le propinaron golpes y patadas al infortunado estudiante de manera salvaje. Luego huyeron de la zona. Presumen que también lo golpearon con una piedra en la cabeza por la naturaleza de un trauma craneoencefálico que presentó.
Sus familiares pensaron que se había ido a la playa, pero el día martes lo encontraron hospitalizado. Era estudiante de tercer año de bachillerato del Liceo Manuel Sosa Rojas. El Cicpc interrogó a los acompañantes del infortunado liceísta.
"Colectivos" y homicidas En otro caso, detectives del Cicpc identificaron a dos agentes de Policaracas como los homicidas del mototaxista Freddy López, quien fue ultimado la madrugada del pasado sábado, también en Las Mercedes. Los criminales, que tripulaban una patrulla, huyeron tras enfrentarse a comisiones de Polibaruta, pero en Los Frailes de Catia abandonaron la acción porque fueron atacados por miembros de un "colectivo" que protegió a los malhechores.
Los homicidas, identificados como Alejandro Guerra y Jorge Becerra, se encuentran presos en la sede de Policaracas.
Durante el fin de semana se reportaron 48 homicidios en el Área Metropolitana de Caracas. De viernes a domingo asesinaron a dos mototaxistas.
Un joven finlandés decidió matar a 10 de sus compañeros y después se quitó la vida. Casos como estos han sido vistos durante los últimos años en diversos colegios del mundo. Los jóvenes y la violencia están acercándose cada vez más y sin ir más lejos, Víctor Garrido de 18 años, fue asesinado en pleno providencia por no haber querido darle un beso a uno de sus amigos. ¿Qué está incidiendo en los jóvenes de hoy para que cometan estos tipos de crímenes?¿Qué se puede hacer para que no sigamos el macabro escenario que viven los escolares de los países desarrollados? Jóvenes y violencia en el foro de hoy en Blog TV

lunes, 10 de agosto de 2009



La guerra contra las mujeres no termina nunca
Fuente: Rebelión Ann Jones nos lleva hasta África Occidental y nos introduce en la escalofriante pesadilla de las vidas de las mujeres en las tierras asoladas por las guerras civiles: Liberia, Sierra Leona y Costa de Marfil. Abril de 2008,
ANTECEDENTES
La violencia contra la mujer es el crimen encubierto más numeroso del mundo Todos los días y en todas partes las mujeres son asesinadas en crímenes ligados a la sexualidad y por el solo hecho de ser mujeres. En los últimos años los movimientos de mujeres de distintos países vienen denunciando los feminicidios (1), un concepto que pretende dar cuenta de su especificidad, del hecho de ser crímenes sexistas. "Al igual que el concepto de violencia hacia las mujeres, se trata de un concepto acuñado como resultado de nuevos enfoques, de una nueva comprensión de prácticas que no resultan nuevas. Mientras que el concepto de violencia sexista tiene ya varias décadas, el de feminicidio es más reciente: cuestiona los argumentos que tienden a disculpar y a representar a los agresores como 'locos' o a concebir estas muertes como 'crímenes pasionales', o bien, a atenuar su importancia en el caso de situaciones de conflicto o guerra, como si estos contextos justificasen por sí solos la transgresión a las más elementales normas sociales." (Silvia Chejter, "Femicidios e impunidad", 2005) La violencia contra las mujeres está reconocida como una violación de los derechos humanos en muchos acuerdos y tratados internacionales, regionales, y compromisos nacionales, que deberían servir como herramientas y garantías reales para trabajar hacia la prevención de estos crímenes. Como ejemplo basta señalar la Convención sobre la Eliminación de todas formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW en inglés) y el Protocolo Opcional, 1979/1999, que llama a los Estados a llevar una "política de eliminación de la violencia contra las mujeres" y habilita a las mujeres a nivel nacional a reclamar y hacer que sus reclamos se tengan en cuenta; la Declaración de Naciones Unidas (ONU) sobre la Eliminación de la Violencia contra las mujeres, 1993; el capítulo dedicado a la violencia contra las mujeres en la Plataforma de la Conferencia Mundial de la ONU sobre la Mujer, Beijing 1995; el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional (ICC), 1998, incluye a la violencia sexual -la violación, la esclavitud sexual, la prostitución forzada y los embarazos forzados- en la definición de crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra; en la revisión de Beijing (Beijing +5) se llama a la criminalización de la violencia contra las mujeres y a contar con medidas para terminar con la violencia contra las mujeres por motivos de raza y se incluyeron por primera vez los crímenes de honor; la Declaración del Milenio de Naciones Unidas, 2000 plantea "combatir todas formas de violencia contra la mujer", así como el apoyo de algunas de las convenciones mencionadas anteriormente. Sin embargo, a varios años de firmados esos acuerdos, crímenes como los exterminios masivos de mujeres, las violaciones, abusos y acosos sexuales, la violencia doméstica, la trata de mujeres y niñas, la prostitución forzada, la esclavitud sexual, la violencia en situaciones de conflicto armado, el embarazo forzado, el infanticidio femenino y la selección prenatal del sexo del feto a favor de bebés varones, los asesinatos por cuestiones de honor, la violencia por causas de dote, la mutilación genital femenina y otras prácticas y abusos, siguen siendo practicados con impunidad. Analizando los avances logrados en la legislación internacional y por las campañas y activismo de las organizaciones de mujeres, éstos han conseguido dar visibilidad a la desigualdad existente entre los géneros y las estructuras de opresión que la perpetúan. Se ha logrado el reconocimiento oficial de la violencia sufrida por las mujeres considerándola una violación de sus derechos humanos junto con el compromiso de los gobiernos de condenarla. Pero, la implementación de estos compromisos queda en manos de la voluntad de los Estados. Ahí es donde muchas veces saltan a la vista las limitaciones de estos logros internacionales, que chocan con la falta de voluntad política para prevenir, investigar y sancionar estos crímenes. Hay algunos casos paradigmáticos: desde 1993 hasta enero de 2006, más de 430 mujeres han sido asesinadas y más de 600 están desaparecidas (presumiblemente asesinadas también) en Ciudad Juárez, México, en un escenario donde se concentran la industrialización fronteriza de las maquilas, la marginación, inmigración, machismo exacerbado, narcotráfico, prostitución, impunidad y corrupción política y policial. En Guatemala, al igual que en Ciudad Juárez, cerca de dos mil mujeres fueron asesinadas entre 2001 y 2005. Las mayores víctimas tienen entre 12 y 25 años y viven en las regiones más pobres del país. Los métodos varían desde la utilización de armas de fuego, e incluyen torturas, violación y posterior asesinato. Junto al incremento de estos crímenes existe también un aumento de amenazas y hostigamiento hacia las distintas organizaciones que asumen la denuncia pública de las masacres. A estos alarmantes hechos recientes hay que sumar los feminicidios en las guerras, en muchas ocasiones asociados a violaciones masivas, como los ocurridos en la ex Yugoslavia, Rwanda, República Democrática del Congo, por citar sólo algunas situaciones de las últimas décadas. Actualmente estos crímenes aparecen sancionados severamente en el Estatuto de la Corte Penal Internacional. La violencia contra la mujer, tal como se manifiesta en estos casos, no sólo constituye una forma de discriminación sino que comporta violaciones al derecho a la vida, a la integridad física, libertad, seguridad y protección judicial consagrados en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, entre otras. Estas normas internacionales reafirman la obligación del Estado de esclarecer la verdad, hacer justicia y proporcionar reparación a las víctimas, aun cuando sus derechos han sido violados por particulares. ”El tema de la violencia contra las mujeres sigue marcado por dos aspectos importantes: el tema de la impunidad y el de la implementación de los mecanismos, que en última instancia deberían ser parte de una nueva visión que incorpore, junto al marco de los derechos humanos, las conexiones con los temas y las organizaciones que trabajan por la paz, la justicia económica y la seguridad”. “El estatus de las mujeres de todas las regiones y las diversas violaciones a sus derechos humanos que antes estaban ocultas y silenciadas han salido a la luz, ligando los movimientos locales a un movimiento de mujeres global que sigue creciendo. Es momento de cerrar el ciclo de la victimización para abrir el del empoderamiento y permitir que las mujeres se sientan sujetas de derechos capaces de enfrentar un sistema de justicia altamente sexista, racista, clasista y homófobo. ("Humanidades, derechos y violencia de género", Ana Elena Obando) Si bien bajo la palabra feminicidios se pueden reunir las diferentes formas y situaciones donde las mujeres son asesinadas por el hecho de ser mujeres, en este informe realizamos cierta categorización con el objetivo de facilitar la organización del mismo. (1) Femicidio o feminicidio se refiere al asesinato masivo de mujeres, representa una escala de la violencia de género o maltrato de mujeres. Está relacionado con el término genericidio creado por Mary Anne Warren en 1985 en su libro "Gendercide: The Implications of Sex Selection" (Genericidio: las implicaciones de la selección por sexos). Actualmente es parte del bagaje teórico feminista. Sus sintetizadoras son Diana Russell y Jill Radford: "Femicide. The politics of woman killing.. La Doctora Lagarde tradujo femicide como feminicidio y así se ha difundido. En castellano femicidio es una voz homóloga a homicidio y sólo significa asesinato de mujeres. Para diferenciarlo se eligió la voz feminicidio y denominar así al conjunto de hechos de lesa humanidad que contienen los crímenes y las desapariciones de mujeres.


La Violencia contra los Niños
Los niños también son víctimas de la violencia doméstica
"Los niños son las grandes víctimas de los maltratos físicos o psíquicos en el hogar. En los niños, el efecto de la violencia es devastador. Van acumulando trastornos de ansiedad, se convierten en personas depresivas, con un aumento considerable de la conducta agresiva. En la edad adulta, estos niños tienen más posibilidades de padecer transtornos psiquiátricos y conductas suicidas, explica el doctor José María Sémelas, psiquiatra y psicopedagogo español.
"En el documento titulado 'Los hijos, don precioso de la familia y la sociedad', preparado por el Presidente del Consejo Pontificio para la Familia, el cardenal Alfonso López Trujillo, para el III Encuentro Mundial del Santo Padre con las familias, se afirma: 'Muchos niños no encuentran, por diversos motivos, una acogida conforme a su dignidad. El derecho que tienen los hijos a ser acogidos, amados, respetados y formados integralmente en el hogar, es muchas veces olvidado o conculcado.' "
(Tomado de "Si hay amor y respeto", publicado en "Alfa y Omega", No. 247/15-11-2001, Madrid, España.)
¿Qué es el maltrato infantil?
El maltrato a los niños/as es un grave problema social, con raíces culturales y psicológicas, que puede producirse en familias de cualquier nivel económico y educativo.
El maltrato viola derechos fundamentales de los niños/as y por lo tanto, debe ser detenido, cuanto antes mejor.
¿Cuáles son las formas de maltrato a niños/as? Pueden distinguirse varias formas de maltrato, que los adultos ejercen sobre los niños:
La negligencia que se expresa en desprotección, descuido y/o abandono.
El maltrato físico que es toda forma de castigo corporal e incluye también, el encierro o la privación intencional de cuidados o alimentos. El abuso sexual, consistente en obligar o persuadir a un niño/a para que participe en actividades sexuales adultas, frente a las que no puede dar un consentimiento informado.
El maltrato emocional, que acompaña a todas las otras, pero que puede ejercerse independientemente de las demás. Por ejemplo, mediante amenazas aterrorizantes, descalificaciones, desvalorizaciones y/o ausencia de expresiones cariñosas.
Por último, el peor maltrato que se le puede dar a un ser humano en desarrollo que todavía no ha nacido, es el aborto. Se mata bajo el amparo de la ley (en EE.UU. y otros países donde se ha legalizado el aborto provocado) a criaturas inocentes en el vientre de sus madres, mediante métodos crueles, dolorosos e inhumanos que la ley no permite se utilicen para matar animales.
Esta bebita murió a consecuencia del aborto salino en EE.UU.
Maltrato de infantil- sólo estas palabras nos horrorizan. ¿Cómo puede alguien causar intencionalmente dolor a un niño inocente y desamparado? Sin embargo, esto sucede legalmente 4,500 veces al día en EE.UU., cada vez que una criatura es víctima del aborto.
Si se dejan a un lado las palabras y la retórica sobre el aborto, hay que hacerle frente a la horrible realidad. Los niños por nacer que no son deseados por sus padres, son quemados, envenenados, cortados y despedazados en el claustro materno. Los niños prenacidos no difieren en nada de los recién nacidos, solamente son más jóvenes. Muchos podrían vivir si nacieran prematuramente. Todos sufren horribles dolores antes de morir abortados. ¿Es acaso un derecho de la mujer el poder decidir sobre la vida o la muerte del ser inocente que lleva en sus entrañas? ¿ O es tal supuesto "derecho" un caso de maltrato infantil o de verdadero homicidio, con un nombre diferente?
Estadísticas en EE.UU.
Aunque existe una controversia en torno al número correcto de casos de niños maltratados, lo que sí se sabe con certeza es que dicho número ha aumentado dramáticamente desde que se legalizó el aborto en todos los EE.UU. De hecho, el maltrato infantil ha aumentado en más de un 500% desde l973, año en que el aborto fue legalizado en EE.UU. mediante el fallo del Tribunal Supremo.
Año
Número total
% Incremento
l973
l67,000
l980
785,l00
370%
l987
2,025,200
1,112%
Nota: Estas cifras fueron citadas en el folleto "Exponiendo los hechos" del Dayton Right to Life Society, y habían sido tomadas del Depto. de Salud y Servicios Humanos de EE.UU., Centro para el Control del Abuso y el Abandono de Niños.
El Dr. Phillip Ney, psicólogo experto en el Síndrome postaborto, ha declarado:
"Recientes evidencias indican que muchas mujeres conservan un sentimiento de culpabilidad por mucho tiempo después que abortan. El sentimiento de culpabilidad es una causa importante del castigo físico excesivo y del infanticidio. El aborto también disminuye la autoestima de la mujer, según demuestran estudios de madres que maltratan a sus hijos." (P.Ney, M.D., "Relación entre el aborto y el abuso de los niños", Canada Journal of Psychiatry, Vol. 24, l979, pp.6l0-620.)
Cómo identificar a los niños maltratados
Los indicadores de conducta
El comportamiento de los niños maltratados ofrece muchos indicios que delatan su situación. La mayoría de esos indicios son no específicos, porque la conducta puede atribuirse a diversos factores. Sin embargo, siempre que aparezcan los comportamientos que señalamos a continuación, es conveniente agudizar la observación y considerar el maltrato y abuso entre sus posibles causas.
Las ausencias reiteradas a clase.
El bajo rendimiento escolar y las dificultades de concentración.
La depresión constante y/o la presencia de conductas autoagresivas o ideas suicidas.
La docilidad excesiva y la actitud evasiva y/o defensiva frente a los adultos.
La búsqueda intensa de expresiones afectuosas por parte de los adultos, especialmente cuando se trata de niños pequeños.
Las actitudes o juegos sexualizados persistentes e inadecuados para la edad.
Los indicadores físicos:
La alteración de los patrones normales de crecimiento y desarrollo.
La persistente falta de higiene y cuidado corporal.
Las marcas de castigos corporales.
Los "accidentes" frecuentes.
El embarazo precoz.
Abuso sexual.
El maltrato y el abuso no siempre presentan huellas físicas fácilmente visibles, pero siempre dejan su marca en la conducta. La observación sensible, la actitud receptiva y la escucha atenta, son los mejores recursos para identificar al niño/a maltratado.
Los maestros requieren de especial sensibilidad para detectar si un niño es objeto de maltrato, porque frecuentemente éste por verguenza o para proteger a otros miembros de la familia encubre la situación. Hay que tener presente que para quien está creciendo en un ambiente violento, la violencia no es cuestionada e incluso, puede parecer el único modo de expresar los afectos. Un padre y/o una madre agresivos y/o abusadores, significan un peligro real para la salud y la vida del niño, pero generalmente son su principal o único referente afectivo. Además, la violencia de los padres produce un sentimiento contradictorio de afecto, rechazo y dependencia emocional en el niño.
A veces, el niño/a denuncia explícitamente el maltrato que sufre. La actitud receptiva de los docentes puede animar a estos niños/as a confiarse. En estos casos es indispensable disponer una escucha atenta y sobre todo:
Creer en la palabra del niño/a.
No culpabilizarle en ningún caso.
Investigar la verdad.
Consultar con otros profesionales.
Recurrir a las autoridades correspondientes.
Cómo ayudar a las víctimas del maltrato
La mejor manera de ayudar a detener el maltrato del niño/a es:
Identificando los casos de maltrato.
Realizando intervenciones en las situaciones detectadas, a través del gabinete o de docentes sensibles y capacitados.
Derivando y/o denunciando los casos de maltrato a los organismos pertinentes.
Aquí proponemos algunas líneas de trabajo que la escuela puede desarrollar con los niños y sus familias:
Realizar tareas de sensibilización y capacitación.
Realizar talleres reflexivos.
Desarrollar acciones de difusión y sensibilización entre los niños, las familias y la comunidad acerca de los derechos del niño.
Articular con la currícula, actividades dirigidas a revisar el problema críticamente.
Estimular la confianza y la autoestima de los niños/as.
Para desarrollar con éxito la función preventiva, la escuela como institución debe ser capaz de revisar sus propias actitudes hacia el control de las conductas de los niños y adolescentes.
Ofrecer a los alumnos el espacio y las oportunidades para experimentar formas no violentas de resolución de los conflictos. Llevar a cabo asambleas, consejos de aula y todo medio que estimule la participación democrática en la vida escolar.
Un mensaje para los que pierden la paciencia
Lo primero es que Ud. sepa que sólo Ud. puede controlar su propia violencia.
Cuando se sienta a punto de perder el control recuerde:
Procure poner distancia entre Ud. y el menor, aún dentro de su mismo hogar.
Si le es posible, dé una caminata lo suficientemente larga que le permita recobrar la calma.
Si no puede salir de su casa, concentre su energía en alguna labor fuerte que le ayude a descargar su cólera.
Tómese unos minutos para hacer ejercicios y relajarse.
Llame a alguien de su confianza y converse un rato mientras se tranquiliza.
Piense en algo agradable que le ayude a aliviar su tensión.
Tenga presente que su problema no es único. Muchos otros han pasado por lo mismo y han logrado vencer. ¿Por qué no usted?
Busque ayuda profesional.
Nota: Esta sección se basó en el folleto "¿Qué sabe usted sobre el abuso infantil?", publicado por la organización Paniamor de Costa Rica.
Para reportar el abuso infantil en EE.UU. llame al National Child Abuse Hotline:
1- 800 - 4 - a - child (1- 800 - 422 - 4453).
Vida Humana Internacional no necesariamente apoya a estas organizaciones, ni todas sus actividades ni todo el contenido que se encuentra en su sitio ni en sus publicaciones o afirmaciones hechas por cualquier medio, sobre todo si contradicen la enseñanza de la Iglesia, por ejemplo, en temas como el aborto, la anticoncepción (sobre todo, pero no solamente, la que es abortiva), la esterilización, la eutanasia, etc



violencia intrafamiliar
Vamos a definir la violencia Intrafamiliar como aquella violencia que tiene lugar dentro de la familia, ya sea que el agresor comparta o haya compartido el mismo domicilio, y que comprende, entre otros, violación, maltrato físico, psicológico y abuso sexual. Entendemos que la violencia doméstica es un modelo de conductas aprendidas, coercitivas que involucran abuso físico o la amenaza de abuso físico. También puede incluir abuso psicológico repetido, ataque sexual, aislamiento social progresivo, castigo, intimidación y/o coerción económica.
Hay autores que señalan que la violencia Intrafamiliar se da básicamente por tres factores; uno de ellos es la falta de control de impulsos, la carencia afectiva y la incapacidad para resolver problemas adecuadamente; y además en algunas personas podrían aparecer variables de abuso de alcohol y drogas.
El niño y la niña golpeados
Todos sabemos que siempre es triste y doloroso arrastrar la vida cuando no se recibió amor, sobre todo de los padres durante la niñez. Todo el que ha estudiado siquiera un poco al ser humano, le va a decir que los cinco primeros años de la vida dejan una marca imborrable para toda la vida, para bien o para mal. Por eso, el privar a un niño de amor es como privar de fertilizante a un árbol que empieza a crecer, pero el golpearlo es como echarle veneno, lo va a terminar de matar psicológicamente y emocionalmente, o mejor va a crecer herido de muerte. Pero hay golpes y golpes, algunos golpes sacan sangre o dejan morados, incluso un mal golpe puede producir la muerte, pero hay otros mas sutiles que no se ven, pero que se graban a fuego lento no sólo en mente sino en la identidad de ese niño o de esa niña. Se graban en su "yo", y los frutos de estos golpes emocionales se van a ver después en sus relaciones con personas significativas y en su relación con el mundo.
Me gustaría hablar un poco más detalladamente de esos golpes, que solamente los ven o los oyen quienes los dan, aunque no piensen en las consecuencias futuras y terribles que van a traer en sus hijos.
Está claro, que cuando se repiten los golpes físicos, pero sobre todo los psicológicos o emocionales, se va agotando el amor. Nosotros los adultos sabemos como duele el silencio, tal vez más que las palabras ofensivas. Ese silencio es el peor de los castigos, ahora imagínese a un niño que no ha hecho nada y no se le habla, y no se le abraza y acaricia, cómo se va conformando su identidad...pensemos en eso.
¿Han pensado en el daño que hacen a sus hijos, posiblemente muchas veces sin darse cuenta, cuando en lugar de relacionarse con sus hijos pequeños están preocupados del trabajo, con la limpieza, etc., en forma obsesiva y perfeccionista la casa? Son golpes lentos que van formando defectuosamente la escultura de su hijo.
Silencio y ausencia, cuando se reprocha al hijo los pequeños errores pero cierras tu corazón y tu boca cuando hace algo bien. Por, ejemplo, cuando el niño empezó el kinder e hizo un dibujo, que pudo ser cuatro rayas cruzadas, pero que para él era una obra de arte, en lugar de abrazarlo o alabarlo, guardaste silencio. Con ello se produce en el hijo que aprenda a ver sólo los errores, pero no lo bueno que hay en sus personas.
Todos estos golpes emocionales y psicológicos, hacen tanto daño en la niñez porque el niño o la niña no sabe defenderse; su mente apenas empieza a desarrollar lentamente ciertos mecanismos de defensa para poder filtrar y analizar lo que ve y oye. Su mente es como una esponja: recibe todo. No tiene capacidad para decir esto es verdad o no es verdad, lo que dicen es justo o injusto. Por eso los mensajes-golpes son como olas gigantescas que llegan sin control a lo más profundo de ese ser indefenso. Pero que distinta es la niñez y el futuro de sus hijos cuando ellos palpan el amor entre su padre y su madre, cuando ellos desde pequeños ven que su madre recibe con un beso, un abrazo al padre que llega del trabajo, o cuando el padre viene con un ramo de flores para su esposa o le da un beso a su esposa. Son detalles que se van grabando en el alma de los niños, que van modelando su personalidad, que van llenando de amor ese tanque-corazón. Créame, esa será la mejor herencia que podrá dejar a sus hijos.
Las causas de la codependencia
En todas las familias existe cierta disfuncionalidad en mayor o menor grado. A menudo las personas codependientes han sido objeto de algún tipo de abuso físico o verbal, o sufrieron el abandono de uno de sus padres o de ambos, ya sea físico o emocional.
El codependiente busca alivio en alguna adicción para "anestesiarse" ante su dolor. A veces lo hace a través de relaciones personales disfuncionales y muchas veces dañinas; o mediante adicciones al dinero, el sexo, la ira, las drogas, la bebida, etc. El codependiente está atado a lo que le sucedió en su familia de origen y se siente internamente torturado por ello, aunque la mayoría de las veces no se da cuenta de lo que le está sucediendo.
Cada uno de nosotros tenemos una necesidad innata de recibir amor. A esta necesidad la podemos llamar "el tanque del amor". Al nacer el niño, ese tanque está vacío. Si los padres son personas emocionalmente sanas cuyos tanques de amor están llenos, pueden llenar el tanque de sus hijos y estos crecerán y se desarrollarán psicológicamente sanos. Sin embargo, si uno de los padres o ambos no tenían lleno su propio tanque, lo más probable es que el niño no reciba suficiente amor porque su padre o su madre no lo tuvieron para darlo. Esta falta de amor deja cicatrices en el alma de los niños que llevan a ciertos comportamientos disfuncionales en la adultez, como la codependencia. El codependiente no puede dar lo que no recibió, por lo tanto, la codependencia se convierte en un círculo vicioso que continúa de generación en generación si no se busca ayuda psicológica.
Los niños de familias disfuncionales crecieron sin haber escuchado mensajes importantes de sus padres tales como ; "eres muy inteligente", "estás haciendo un buen trabajo" o "gracias mi amor, agradezco mucho tu ayuda." Debido a ello al crecer se sienten abandonados, tienen baja autoestima y buscan la aprobación de otras personas para sentirse mejor consigo mismos. A veces su hambre de amor y aprobación son tan grandes al llegar a la adolescencia o la adultez, que están dispuestos a soportar cualquier cosa, con tal de recibir aunque solo sean "migajas" de cariño y atención.
Dinámica de la VIF:
Al principio de la mayoría de las relaciones es muy difícil que aparezca la violencia. Durante este período se muestra un comportamiento positivo. Cada miembro de la pareja muestra su mejor faceta. La posibilidad de que la pareja termine es muy alta si ocurriera algún episodio de violencia.
FASE 1. ACUMULACIÓN DE TENSION
La dinámica de la violencia Intrafamiliar existe como un ciclo, que pasa por tres fases.
· A medida que la relación continúa, se incrementa la demanda así como el stress.
· Hay un incremento del comportamiento agresivo, más habitualmente hacia objetos que hacia la pareja. Por ejemplo, dar portazos, arrojar objetos, romper cosas.
· El comportamiento violento es reforzado por el alivio de la tensión luego de la violencia.
· La violencia se mueve desde las cosas hacia la pareja y puede haber un aumento del abuso verbal y del abuso físico.
· La pareja intenta modificar su comportamiento a fin de evitar la violencia. Por ejemplo: mantener la casa cada vez más limpia, a los chicos más silenciosos, etc.
· El abuso físico y verbal continúa.
· La mujer comienza a sentirse responsable por el abuso.
· El violento se pone obsesivamente celoso y trata de controlar todo lo que puede: el tiempo y comportamiento de la mujer (cómo se viste, adónde va, con quién está, etc.)
· El violento trata de aislar a la víctima de su familia y amistades. Puede decirle, por ejemplo, que si se aman no necesitan a nadie más, o que los de afuera son de palo, o que le llenan la cabeza, o que están locos etc.
Esta fase difiere según los casos. La duración puede ser de semanas, días, meses o años. Se va acortando con el transcurrir del tiempo.
FASE 2. EPISODIO AGUDO DE VIOLENCIA
· Aparece la necesidad de descargar las tensiones acumuladas
· El abusador hace una elección acerca de su violencia. Decide tiempo y lugar para el episodio, hace una elección consciente sobre qué parte del cuerpo golpear y cómo lo va a hacer.
· Como resultado del episodio la tensión y el stress desaparecen en el abusador. Si hay intervención policial él se muestra calmo y relajado, en tanto que la mujer aparece confundida e histérica debido a la violencia padecida.
FASE 3. ETAPA DE CALMA, ARREPENTIMIENTO O LUNA DE MIEL
· Se caracteriza por un período de calma, no violento y de muestras de amor y cariño.
· En esta fase, puede suceder que el golpeador tome a su cargo una parte de la responsabilidad por el episodio agudo, dándole a la pareja la esperanza de algún cambio en la situación a futuro. Actúan como si nada hubiera sucedido, prometen buscar ayuda, prometen no volver a hacerlo, etc.
· Si no hay intervención y la relación continúa, hay una gran posibilidad de que la violencia haga una escalada y su severidad aumente.
· A menos que el golpeador reciba ayuda para aprender métodos apropiados para manejar su stress, esta etapa sólo durará un tiempo y se volverá a comenzar el ciclo, que se retroalimenta a sí mismo.
Luego de un tiempo se vuelva a la primera fase y todo comienza otra vez.
El hombre agresor no se cura por sí solo, debe tener un tratamiento. Si la esposa permanece junto a él, el ciclo va a comenzar una y otra vez, cada vez con más violencia.
Personalidad del maltratador:
Los agresores suelen venir de hogares violentos, suelen padecer trastornos psicológicos y muchos de ellos utilizan el alcohol y las drogas lo que produce que se potencie su agresividad. Tienen un perfil determinado de inmadurez, dependencia afectiva, inseguridad, emocionalmente inestables, impaciente e impulsivos.
Los agresores trasladan habitualmente la agresión que han acumulado en otros ámbitos hacia sus mujeres.
Maltratador, frecuentemente es una persona aislada, no tiene amigos cercanos, celoso (celotipia), baja autoestima que le ocasiona frustración y debido a eso se genera en actitudes de violencia.
Una investigación de los psicólogos norteamericanos, el Dr. John Gottman y Dr. Neil Jacobson. Señalan que los hombres maltratadores caen en dos categorías: pitbull y cobra, con sus propias características personales:
Pit bull:
Solamente es violento con las personas que ama
Celoso y tiene miedo al abandono
Priva a pareja de su independencia
Pronto ora, vigilar y atacar públicamente a su propia pareja
Su cuerpo reacciona violentamente durante una discusión
Tiene potencial para la rehabilitación
No ha sido acusado de ningún crimen
Posiblemente tuvo un padre abusivo.
Cobra:
Agresivo con todo el mundo
Propenso a amenazar con cuchillos o revólveres
Se calma internamente, según se vuelve agresivo
Difícil de tratar en terapia psicológica
Uno depende emocionalmente de otra persona, pero insiste que su pareja haga lo que él quiere.
Posiblemente haya sido acusado de algún crimen
Abusa de alcohol y drogas. El pitbull espía a su mujer, es celópata, cae bien a todas las personas, excepto a sus novias o esposas. El cobra es un sociópata, frío, calculador, puede ser cálido. El maltrato no cesa por sí solo.
Después de que la mujer ha sido físicamente maltratada y tiene miedo, a veces cesa este tipo de abuso y lo reemplaza con un constante maltrato psicológico, a través del cual le deja saber a su víctima, que el abuso físico podría continuar en cualquier momento.
En ocasiones la violencia del maltratador oculta el miedo o la inseguridad, que sintió de niño ante un padre abusivo que lo golpeaba con frecuencia, al llegar a ser un adulto prefiere adoptar la personalidad del padre abusador a sentirse débil y asustado. En otros casos, los comportamientos ofensivos son la consecuencia de una niñez demasiado permisiva durante la cual los padres complacieron al niño en todo. Esto lleva al niño a creerse superior al llegar a ser un adulto y a pensar que él está por encima de la ley. O sea, que puede hacer lo que quiera y abusar de quien quiera. Piensa que se merece un trato especial, mejor que el que se les da a los demás.
La violencia doméstica no siempre resulta fácil de definir o reconocer. En términos generales podríamos designarla como el uso deliberado de la fuerza para controlar o manipular a la pareja o al ambiente más cercano.
Se trata del abuso psicológico, sexual o físico habitual. Sucede entre personas relacionadas afectivamente, como son marido y mujer o adultos contra los menores que viven en un mismo hogar.
La violencia doméstica no es solamente el abuso físico, los golpes, o las heridas. Son aún más terribles la violencia psicológica y la sexual por el trauma que causan, que la violencia física, que todo el mundo puede ver. Hay violencia cuando se ataca la integridad emocional o espiritual de una persona.
La violencia psicológica se detecta con mayor dificultad. Quien ha sufrido violencia física tiene huellas visibles y puede lograr ayuda más fácilmente. Sin embargo, a la víctima que lleva cicatrices de tipo psicológicas le resulta más difícil comprobarlo. También lo dificulta, por ejemplo, la habilidad manipuladora de su esposo que presenta a su esposa como exagerada en sus quejas o simplemente como loca..
A la violencia física precede, a veces, años de violencia psicológica. La violencia psicológica es, despreciar a la mujer, insultarla de tal manera, que llega un momento en que esa mujer maltratada psicológicamente, ya cree que esos golpes se los merece. Y qué difícil es convencer a una mujer de que vaya a pedir auxilio cuando cree que no lo necesita.
Hay mujeres que se avergüenzan por lo que les sucede y que hasta se creen merecedoras de los abusos. Por eso prefieren mantenerlos en secreto y así esa situación puede prolongarse durante años. Los que maltratan a sus víctimas lo hacen de acuerdo a un patrón de abuso psicológico.
Igual que en el caso del alcohólico, el que golpea a una mujer o la maltrata psicológica o sexualmente, lo primero que hará es negarlo.
Negación es decir: "No, es que yo le pego con razón". No hay ninguna razón para golpear a una mujer, ni a nadie. Pero lo niegan. Dicen: "Yo no la he golpeado, yo no le hecho nada, sólo tocarla".
Otra forma de abuso psicológico es el aislamiento, en que le hacen el vacío a la mujer, ni le hablan, ni la miran y entonces ella se va creyendo que se merece ese trato.
La intimidación es también un abuso. "Si dices algo te mato." Muchas mujeres no se atreven a hablar, por las amenazas que sus maridos o sus compañeros lanzan contra ellas.
Tanto el adicto a cualquier droga como el abusador, siempre tienen excusas y le echan la culpa a alguien.
También dentro de ese hábito de abuso psicológico está el abuso económico. "Si dices algo no te voy a dar la mensualidad".
Dentro de ese abuso psicológico de los maridos que golpean (lo que se llama en psicología la triangulación), hay otro tipo de abuso: utilizar a los hijos para hacerles sentir culpables a las esposas. En este caso los hijos sirven de mensajeros: "dile a tu madre que..."
Las amenazas a través de los hijos, las amenazas de que le van a quitar al hijo, todos estos son abusos psicológicos que preceden al abuso físico.
Todos estos abusos impiden que la mujer deje el hogar, ese hogar violento. Es que esa violencia psicológica a que están sometidas muchas mujeres, es más horrorosa que el abuso físico. Pregúntele a cualquier mujer a la cual han maltratado físicamente qué es lo que le duele más; si las palabras hirientes, los desprecios o los golpes. Los golpes se pasan, los abusos psicológicos, los insultos, los desprecios se clavan en el corazón.

Manifestaciones de violencia psicológica:
a) Abuso verbal: Rebajar, insultar, ridiculizar, humillar, utilizar juegos mentales e ironías para confundir, etc.
b) Intimidación: Asustar con miradas, gestos o gritos. Arrojar objetos o destrozar la propiedad.
c) Amenazas: De herir, matar, suicidarse, llevarse a los niños.
d) Abuso económico: Control abusivo de finanzas, recompensas o castigos monetarios, impedirle trabajar aunque sea necesario para el sostén de la familia, etc.
e) Abuso sexual: Imposición del uso de anticonceptivos, presiones para abortar, menosprecio sexual, imposición de relaciones sexuales contra la propia voluntad o contrarias a la naturaleza.
f) Aislamiento: Control abusivo de la vida del otro, mediante vigilancia de sus actos y movimientos, escucha de sus conversaciones, impedimento de cultivar amistades, etc.
g) Desprecio: Tratar al otro como inferior, tomar las decisiones importantes sin consultar al otro.
¿Por qué se mantiene la mujer en esta relación?
La persona abusada se vuelve codependiente de su marido (el agresor), aún después de ser golpeada. Es frecuente escuchar esta frase: "Es que yo lo quiero tanto". Personas que llevan años soportando golpes dicen: "Yo no me separo porque lo quiero". Es imposible querer a una persona que te está tratando como si fueras un animal, eso es depender de esa persona.
Otro motivo por el cual algunas mujeres no se separan de este problema de codependencia, es que las anima la familia y lamentablemente la Iglesia, a permanecer con el abusador. Sobre todo la familia les aconseja que mantengan esa relación por "el bien de tus hijos". "¿Cómo vas a dejar a tus hijos sin padre?", les dicen.
¿Qué es mejor, tener un padre que golpea a su madre y que luego golpeará a sus hijos, o no tener padre? Se les hace mucho más daño a los hijos cuando ven que su padre golpea a su madre. Para los niños pequeños la madre es la base de toda su vida, la base de su afectividad, la base de su seguridad. Si una madre es golpeada, sus hijos se derrumban afectivamente. Es mucho mejor separase. Yo no estoy a favor del divorcio, pero la separación es, a veces, menos dañina.
A veces las mujeres no se separan y sufren en silencio por miedo a perder su seguridad económica y la de sus hijos. Esto sucede sobre todo en la mujer que no tiene educación.
Otras veces no se separan debido a las amenazas de más violencia o de muerte, si intentan separarse. "Si le dices algo a la policía te mato".
Cuando se pregunta a algunas mujeres por qué aguantaron maltrato durante años, la respuesta más común es ésta: "Por mis hijos; no quería que se criaran sin un padre". Parece una respuesta válida, pero si la analizamos profundamente descubrimos su inconsistencia. Sucede que en una situación de violencia los hijos también sufren. El crecimiento en una atmósfera de miedo, tensión y terror influirá negativamente en su desarrollo emocional y más tarde se manifestará en el abandono escolar, en el uso de drogas, en desórdenes psicológicos y en violencia y delincuencia.
En muchos casos influye el factor económico. Soportan cuanta vejación venga con tal de no perder la seguridad económica para sí y sus hijos. Se trata generalmente de mujeres con poca preparación académica, conscientes de que sin el marido no podrían vivir cómodamente.
Lo peor es que la mujer repetidamente abusada se destruye psicológicamente. Su yo, su identidad individual. Eso la incapacita para tomar las decisiones correctas. Cae en la ambivalencia efectiva ("¡Qué bueno es él cuando no me golpea!"); su autoestima queda por los suelos hasta creer ella misma que merece tales insultos y golpes.
Cuando una persona cae a ese nivel, su capacidad de decisión queda prácticamente anulada, porque el principio vital está herido de muerte. Si a una persona así aplastada se le amenaza con un "Si me denuncias, te mato", se sentirá paralizada. Quizás en un último intento de supervivencia reaccione, pero usando las mismas armas que a ella la han destruido.
El amor no debe doler. El amor implica confianza, protección, respeto a los gustos del otro, comunicación, caricias, ayudas al crecimiento emocional y espiritual. Consiste en compartir la vida con alegría, dialogar sobre las diferencias y preferencias, y respetar la integridad física, moral y espiritual de la persona amada.
Las mujeres que aguantan una relación abusiva indefinidamente acaban perdiendo su salud física y menta, se enferman, toda la familia termina enferma. Las mujeres en situaciones abusivas pierden su autoestima. No saben protegerse, ni se dan cuenta del peligro que corren.
El porqué de la violencia doméstica
Primero hay una raíz cultural histórica. Durante mucho tiempo nuestra sociedad ha sido muy machista, el hombre ha creído que tiene el derecho primario a controlar, a disciplinar con severidad, incluso a abusar de la vida de la mujer y de los hijos. Eso ha sucedido bajo la apariencia del rol económico del hombre, proveedor de la alimentación.
No crea que en EE.UU.. no se golpea a la mujer. El padre americano, en tiempos de la colonia, tenía derecho hasta de matar al hijo cuando no le obedecía.
Otra causa es la cultura actual. La gente se tira de los pelos. ¿Por qué pasa esto? El modelo presente de nuestra sociedad está reforzando el uso de la fuerza para resolver los problemas. Por eso el abusador usa la fuerza física, para mantener el poder y el control sobre la mujer, porque ha aprendido que la violencia es efectiva para obtener ese fin de control y como ellos no han sufrido las consecuencias, las mujeres se han callado.
La violencia doméstica ocurre en todos los niveles de la sociedad, no solamente en las familias pobres. En las familias ricas sucede lo mismo. Lo que pasa es que una mujer a quien le dieron una paliza, si tiene dinero, se va tranquilamente a una clínica privada y aquí no ha pasado nada. Las que son pobres tienen que ir al hospital y allí los médicos dicen: "A esta mujer la han golpeado" y la policía se encarga de eso.
Entre blancos, negros, amarillos, católicos, judíos, protestantes y evangélicos; entre todos, existe la violencia doméstica. Pero no por ser protestantes o católicos, sino, por no ser como deben ser.
Otra causa de este problema son los medios de comunicación. En la televisión la violencia es glorificada, los estereotipos que nos presentan son de violencia sexual. Cuando un marido por la fuerza tiene relaciones sexuales con su esposa, eso se llama violencia sexual, porque la mujer también tiene derecho a decir que no. Si a una mujer, como yo oigo todos los días, se le insulta, se le veja, se le dice barbaridades, no se le habla y solamente se la utiliza para tener relaciones sexuales con ella; ¿Cómo va a querer estar con su marido? Tiene el derecho a decir que no, todo el derecho del mundo.
En muchos casos, también la violencia doméstica está íntimamente relacionada con el alcohol y las drogas. ¿Qué sucede cuando una persona consume drogas o se emborracha? En esta parte del cerebro tenemos los centros vitales, comunes con los animales y allí está el centro de la agresividad o del instinto agresivo. Todos los hombres y las mujeres lo tenemos. Pero en la persona normal, esos centros se comunican con la parte consciente del hombre, lo cual diferencia al hombre del animal.
Cuando uno toma alcohol o usa cualquier droga, estos centros quedan como un barco sin timón. Y ¿Qué le pasa a un barco sin timón? Pues se estrella contra las rocas. Sobre todo la agresividad, el instinto sexual, quedan sin control. Entonces viene el golpear a la mujer y a los hijos bajo el efecto del alcohol y el abusar de la mujer sexualmente. El 50 % de los casos (que se conocen) de abuso sexual entre los hijos, es entre personas alcohólicas o adictas, porque surge el animal que hay dentro de nosotros mismo, en España.
Los recuerdos, los valores, los consejos, cuando uno usa o abusa del alcohol o drogas, no funcionan y viene la violencia doméstica.
A pesar de la llamada "liberación femenina" (que en realidad muchas veces ha llevado a la mujer a mayor esclavitud), todavía hay hombres que consideran a esposa e hijos como objetos de su propiedad. Por eso se creen con el derecho a descargar sobre ellos su frustración o malhumor maltratándolos a su antojo.
Como los hijos imitan a padres, se da con frecuencia que quienes en la niñez fueron testigos de abusos físicos entre sus padres, repiten la misma conducta cuando llegan al estado adulto. Aprendieron que los problemas y conflictos se afrontan con la fuerza bruta.
Ese aprendizaje negativo se arraiga tanto que muchas veces pasa de generación en generación. Si a esto se añade la "glorificación" de la violencia en los medios de comunicación, podemos entender el por qué muchos seres humanos recurren a la violencia, a veces con una frialdad que asusta más que el mismo acto violento.
La experiencia enseña que muchos de los abusadores familiares parecen "mosquitas muertas"; pasan por personas educadas y suaves, pero en el fondo son individuos celosos con una pobre imagen de sí mismos y que viven en un mundo irreal. Si a esas personas les da por tomarse unos tragos de más, cosa frecuente, la explosión violenta será mucho mayor.
¿Qué pasa con las víctimas de la violencia familiar?
Muchas siguen sufriendo hasta quedar completamente destruidas física, psicológica y moralmente. Otras acusan a sus agresores ante la policía, que muchas veces no toma debidas cartas en el asunto. Y ocurre, además, lo que no quisiéramos que ocurriera: La víctima también se vuelve violenta.
Entendemos que las personas que sufren hambre endémica se subleven y hasta se alcen en armas. ¿Por qué no entendemos que una mujer pisoteada, escarnecida, degradada en lo más íntimo de su ser pueda explotar y volverse violenta? Eso, aunque no se justifique, se explica.